viernes, 25 de octubre de 2013

Reflexión introductoria


La tecnología ha entrado a nuestras vidas por la puerta grande, sin permiso, irrumpiendo de una forma, que en principio parecía ingenua, pero que poco después lo ha hecho con una fuerza despiadada. Nos ha dejado pasmados por la dimensión que ha tomado, por el impacto que ha producido.
Nuestra forma de comunicarnos, nuestra vida cotidiana en general se ha modificado por completo. Viajar en tren o en autobús ya no es lo mismo. Nadie cruza las miradas, todas ellas están dirigidas hacia una sola dirección: el móvil. Y cuantos ejemplos más podríamos citar.
Por otra parte, los beneficios son evidentes y los hemos sabido aprovechar. Sin embargo nos queda un gran trabajo por hacer. El mismo consiste en indagar a fondo sus consecuencias para de ellas crear una forma de prevención, un manual (por decirlo de alguna manera) para todos. Especialmente dirigido a los grupos más vulnerables. No dejemos que la utilización indebida de la tecnología opaque el maravilloso trabajo que viene haciendo. Necesitamos informarnos al respecto para poder resolver los problemas que actualmente nos preocupan. ¿Pero cómo hacerlo? ¿por dónde comenzar?  Aunque no lo parezca, la solución está a nuestro alcance, delante de nosotros. Te preguntarás por qué todavía no la viste. Y es simplemente porque muchas veces nos perdemos en las profundidades teóricas creyendo que sólo allí encontraremos las respuestas a nuestras preocupaciones. El “sentido común” ha sido desprestigiado mucho tiempo, es hora de recuperarlo. Es hora también de alimentar nuestro “pensamiento crítico”. Démonos algo de crédito, valoremos nuestras reflexiones. Vivimos buscando respuestas fuera de nosotros pensando que otro lo hará mejor, que si lo dicen los medios de comunicación o está en Wikipedia es cierto. Le damos veracidad a mucha información que circula sin saber quien la escribió, o por qué lo hizo, o cuál era su objetivo, o que intereses tiene. Desde una simple revista de cotilleo hasta un periódico “serio”.
Debatamos, intercambiemos opiniones, escuchemos a todos, especialmente a quienes NO piensan igual que nosotros. La riqueza está en la diversidad. Todos tenemos “nuestra verdad”, lo cual no significa que no haya lugar para otras verdades. Trabajemos mancomunadamente para prevenir el bullying, la discriminación en todos sus aspectos, la falta de respeto, la violencia, los abusos, la intolerancia a lo diferente. Padres, hijos, alumnos, educadores, todos juntos… Seamos protagonistas!!! 
#icudbcn